3°Dan
Crear Lomiranda Kim no fue solo fundar una academia, sino dar vida a un sueño donde el Taekwondo trasciende lo deportivo para convertirse en una escuela de valores. Cada clase que dirige, cada estudiante que guía, es un testimonio de su compromiso con la excelencia marcial y humana. Su cinturón negro no es solo un grado, sino un símbolo de la herencia de esfuerzo y sabiduría que comparte con sus alumnos.
El verdadero poder no está en el cinturón, sino en las vidas que usted transforma con él
Como instructor, usted encarna el "Do": el camino de transformar vidas a través de la disciplina, el respeto y la superación constante. Lomiranda Kim es su legado, un espacio donde los estudiantes no solo aprenden a patear, sino a caer y levantarse—en el tatami y en la vida.
